Es muy común en la historia encontrar a través de un solo tema o acción, la representación permanente de todos los sucesos que se están desarrollando y repitiendo en el diario vivir de una sociedad.

A mí, me ha tocado palpar en carne propia la inaudita y abominable experiencia de sentir como un autócrata de turno como Rafael Correa, se cree «el iluminado » para imponer pautas y normas del «buen vivir»  a cada uno de los ciudadanos, utilizando todos los mecanismos del estado de manera represiva para irrumpir en la vida de los ecuatorianos.

Un autócrata para quien términos como vergüenza, respeto o compasión .. están simplemente forcluidos de su polo imaginario. La insolvencia moral de esta mal llamada «Revolución Ciudadana» ha dejado de producir indignación y nausea para pasar a despertar una sensación de profunda pena, al observar en que manos tan degeneradas ha venido a parar el Ecuador.

En los últimos días, he podido contemplar de primera mano, la dinámica de como se puede llegar a falsear la lectura de los medidores de energía eléctrica con la finalidad de sancionar económicamente, a quienes alzamos la voz ante tanta ignominia y bellaquería del régimen, pues las tarifas de la empresa estatal, Eléctrica de Guayaquil, no solo miden el consumo, sino además el comportamiento ciudadano, pues existe una tarifa de amedrentamiento para todo aquel que se atreve a denunciar o cuestionar abusos del gobierno.

A diario, estamos  bombardeados por costosas propagandas  dirigidas a preponderar la utilización de energía eléctrica , desechando el uso de cocinas de gas y remplazándolas por cocinas de inducción, las mismas que serán  subsidiadas, paradójicamente, por el consumidor.

La fórmula es muy simple: Ya no es el estado quien subsidiará el gas sino el consumidor quien subsidiará al estado, pues el gobierno se encargará de cobrar por el consumo de energía eléctrica lo que le plazca, a su antojo.  El como… es más sencillo todavía: MANIPULANDO O FALSEANDO LA LECTURA DE LOS MEDIDORES DE ENERGIA ELECTRICA.

¡ Es como que si una sociedad permitiera a cada comerciante calibrar su balanza a su antojo y conveniencia !. En síntesis, ya no necesitan modificar los costos, sino la forma en que está calibrada la balanza .

Infelizmente, este sistema se aplica a la sociedad ecuatoriana , una sociedad cada vez más azotada por niveles de riguroso control que se extienden hasta el infinito. Instituciones del estado como SRI (Servicio de Rentas Internas), CNT (Corporación Nacional de Telecomunicaciones) , Correos del Ecuador, Eléctrica de Guayaquil y sin olvidar la múltiple fauna de observatorios «ciudadanos» , todos estos prostituidos en su razón de ser, puesto que, en vez de servir al bien común de los ecuatorianos, hoy son organismos de control y hostigamiento para todo aquel individuo que haya tenido la osadía de hacer uso de su derecho, ya sea para reclamar o denunciar alguna conducta corrupta del régimen de turno.

Todo es control cada día más asfixiante, ya sea en la justicia, educación o hasta en las utilidades y sueldos permitidos en los empleados de las empresas privadas.  Que un gobierno establezca un mínimo salarial es comprensible, pero que pretenda imponer un máximo salarial es descabellado. Si un dueño de una empresa privada quiere pagar un sueldo alto a los trabajadores…¿En que le va al presidente Rafael Correa? . Cuando él era tan solo un profesor de universidad privada, ganaba muchos más que quienes ejercían docencia en universidades estatales y… ¿acaso el gobierno de aquel entonces tuvo la pretensión de echarle mano a su sueldo?

Hoy nuestro país es un permanente estado policial con un régimen que tiene en sus manos mecanismos de control directos o indirectos para utilizar al  «miedo» como ente de  subyugación hasta en los medios de comunicación privados, aplicando como  tácticas:  multas, juicios, suspensión de frecuencias o cambio en las relaciones laborales… Al fin y al cabo… Correa ha pasado a personificar «La Ley».

Lamentablemente, el primer mandatario ha perdido toda noción de límite y proporcionalidad, pues el percibe al Ecuador como una hacienda dentro de la cual , él es el Señor feudal y nos ha despojado de la condición de ciudadanos para transformarnos en siervos.

Así como en una gota de agua está contenido el océano, en una acción se puede representar toda la dinámica de un gobierno. Es por ello, que la intención de Correa de perennizarse en el poder, violando la constitución y la voluntad de más de 14 millones de ecuatorianos, es la expresión máxima del nivel de atropello que vivimos a diario .

En la antigua Roma tenían la singular costumbre de que cuando un general desfilaba victorioso por las calles,un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana para evitar que el «victorioso general» cayera preso de la soberbia y pretendiendo ser como un Dios omnipotente, usara sus poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre.

La frase que usaba el siervo era: Respice post te! Hominem te esse memento (Mira detrás de ti! Recuerda que eres un hombre y no un Dios).

Quizás a Correa le hizo falta un siervo que le repitiera esta frase, pero no se puede pedir más para quien esta rodeado de eunucos aduladores que han cambiado de amo, y no de mañas .  Además, es demasiado tarde como para que Correa pueda asimilar, la frase, ya traspaso el umbral pues su bulimia por el poder y sus pulsiones son más elocuentes.. a tal punto.. que lo tienen dominado por completo .